
Entrena más, sin dolor: cómo la luz roja previene lesiones y elimina las agujetas
Dolor, agujetas, rigidez, lesiones… todo esto se ha normalizado como si fuera el precio de mejorar físicamente. Pero ¿y si te dijera que puedes entrenar más fuerte, más seguido y con menos dolor? La luz roja terapéutica no solo ayuda a recuperarte, sino que también previene esas molestias que te frenan.
Cuando entrenas con intensidad, tus fibras musculares sufren microlesiones. Esto es normal, forma parte del crecimiento muscular. Pero si no se reparan a tiempo, aparecen las agujetas, se acumula inflamación y aumenta el riesgo de lesión.
Las agujetas no son señal de que todo va bien. Son señal de que tu cuerpo está trabajando más de lo que puede reparar por sí solo.
Aplicar luz roja antes de entrenar:
- 🔥 Aumenta la temperatura muscular
- 💪 Mejora la elasticidad del tejido
- 💨 Activa la circulación: más oxígeno, menos rigidez
- 🛡️ Reduce el riesgo de tirones o sobrecargas
Duración recomendada: 5 a 10 minutos en la zona que vayas a entrenar.
Después de entrenar, tus músculos están inflamados, fatigados y cargados de ácido láctico. Usar luz roja en este momento ayuda a:
- ✅ Reducir la inflamación
- ✅ Eliminar el exceso de ácido láctico
- ✅ Aliviar el dolor post-entreno
- ✅ Estimular la regeneración celular
Rutina de uso ideal:
- Antes de entrenar: 5-10 minutos sobre la zona a trabajar
- Después de entrenar: 15-20 minutos sobre la misma zona
- Frecuencia: 4 a 6 veces por semana
Usar luz roja de forma constante ayuda a evitar:
- ❌ Agujetas intensas tras piernas o espalda
- ❌ Tensión en cervicales o lumbares
- ❌ Sobreentrenamiento y contracturas
- ❌ Lesiones por falta de preparación
El verdadero progreso no está solo en el gimnasio, sino en cómo cuidas tu cuerpo después… y antes de entrenar.